Y porqué no?

Alguien me discurseó sobre el "sentido de la navidad" que se ha perdido y el recogimiento y la santìsima trinidad. A mi no deja de sorprenderme la facilidad con que las personas se apegan a ciertas actitudes según la época del año y el festejo, la idea es siempre parecer correctos y buenos ciudadanos. Tengo una vecina que no deja que su hija chica salga la noche de Halloween a pedir dulces, dice que es algo "publicitario", "fuera de nuestra cultura", "satánico", mientras la pobre pendeja mira por su ventana como corretean los amigos vestidos de vampiros y brujas y apenas entiende las aprensiones anticapitalistas y apocalìpticas de su mamá.
Que pucha que consumimos, que nos endeudamos, que despues estamos hasta el cogote y la cuestión. Obvio que es asì, obvio que los padres de un niño que apenas pudieron cenar para sus navidades infantiles van a hacer lo posible por darles juguetes y regalos a sus propios hijos. Es casi natural y no tiene que ver con los valores, ni con la bondad. La caridad, solidaridad y justicia se confunden y hacen que todas parezcan la misma cosa, y se encumbran como estandartes en estos días, pero después volvemos a andar como lagartos miserables masticándose los unos a los otros. Es cosa de subirse a un metro cualquier día a las 7 de la tarde.
Si ya encuentro equivocado todo el show de buenos sentimientos, de los abrazos forzados, del "amigo secreto", de los saludos fruncidos y todo eso, me parece aun más patético aquellos que van a pasar la noche del 24 con la gente que vive en la calle (y que lo hacen exclusivamente en esta fecha), con gente que pasará las siguientes 364 noches en la misma situación y cuando se acabe el pavo serguirán tan tristes y abandonados como tres horas antes. Una experiencia inolvidable... inolvidable para quien?, para el visitado o para el ego del visitante que puede contarle a sus amistades que la navidad la pasó bajo el puente?. Qué choreza. Por eso, no me sorprende que muchas de esas personas rechazen esas visitas, por qué no mejor llevarlos a tu casa a cenar? si eres tan buena persona?. La solidaridad y la caridad son palabras que se asocian con Navidad, Teletón, Pobreza y Temporal y siempre es para abajo: vayamos donde el pobre y viviamos como el pobre, y sentémonos en su mesa y ocupemos su letrina. Por qué no al revés?
En mi casa no somos católicos, no rezamos, no vamos a misa, yo definitivamente dejé de creer en Dios, por lo tanto esta fecha tiene un carácter muy familiar. Lo que a mí me llama la atención es que el pueblo cristiano celebre con tanto recogimiento el nacimiento y la muerte de su Dios, en vez de festejar cada día de la vida como reflejo de lo que fue la verdadera existencia de ese hombre en el que creen y a quien le encargan sus favores y que está lleno de virtudes que pucha que le hacen falta a esta sociedad.
Porque amar al prójimo es una cuestión que se puede hacer cada día, a cada rato, mientras uno maneja y le da la pasada al gil que se quedó pegado detrás de la micro en pana, o en el ascensor cuando uno espera al que viene corriendo para no perderlo, o en la pega, preocupándose de la salud de los hijos del compañero de trabajo. Y para eso no se necesita catequesis.
Me gusta que para la Navidad los niños anden todos felices con sus regalos, que se junten sus familias a comer, que se vistan bonitos y se acuesten tarde. Es una belleza, es algo para disfrutarlo, para vivirlo sin culpa, porque uno no sabe si el otro año podrà celebrar igual. Me encanta además porque dan la pelìcula de Rodolfo el Reno que es total, y todos los monitos y películas navideñas. Y si es por una noche, por una sola noche, porqué no darse el gusto?, porque no regalarnos, como padres, el gusto infinito y genuino de ver esas caritas felices y manitos locas destrozando el papel para descubrir qué trajo esta vez el Viejo Pascuero?. Y para nosotros, por qué no alegrarse con dar y recibir un bonito regalo?. Por favor, no el pañuelo, la agenda o el típico par de calcetines, ja! , donde quedó la creatividad?. En Patronato hay una tienda china donde venden cosas increibles, muy divertidas, bonitas y baratas, para sorprender al niño o niña que todos llevamos dentro.
Y basta, chao cuentas, achaques, amarguras, desesperanzas, aunque sea UNA noche, dejemos que en nuestras casas haya algo de esa magia que todos vivimos cuando teníamos cinco años. Eso, por razones obvias no lo podemos hacer todos los días; tratar de ser buenas personas, sí.
Después nos agarramos a latigazos. Si ahora se puede empezar a pagar en abril. o Mayo.
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